Duerme corazón mio,
pedazo de mis entrañas,
en tu cunita de oro
con campanillas de plata;
con angelitos alados,
suspendidos en la gasa
de tu sueño reposado,
en el cielo de tu infancia.
Yo cuidaré tu sueño,
como Angel de tu Guarda,
y daré por tí mi vida,
hasta desgarrarme el alma.
Tu dulzura es mi alegria,
tu dolor es mi amenaza,
tu amor es mi delirio,
y tu vida es mi causa.
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