La lira está dormida
y se enmudece la lengua,
la mente queda vacía
y el alma se torna yerma.
¡Qué dificil es el verbo,
cuando la inspiración no llega!.
No se encuentra la palabra
y se embotan las ideas.
La luz se vuelve opaca
y se oscurece la sombra,
las flores pierden su aroma
y el aire quieto se queda;
se rompe la armonía
y el silencio ya no suena,
la musa se rebela esquiva
y se extingue el poeta.
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