Cuando veas en la magnolia de tu jardín
las gotas titilantes de rocío,
son làgrimas contenidas
de mi amor por ti.
Si una nube cruza tu ventana,
es la nube de dolor que aflige mi corazón
porque no me has comprendido.
Cuando en la noche cerrada
la luz de la luna ilumine tu alcoba,
es el rayo de esperanza que me queda
de que algún dia aprendas a quererme.
Si una bocanada de aire puro
acaricia todo tu cuerpo,
es el hálito de mi amor apasionado
para que sepas que existo aún.
Cuando en la fronda vecina
en una noche del mes de mayo,
percibas el trino melodioso del ruiseñor,
es la serenata de mi amor,
para colmarte de felicidad.
Y si las montañas y todas las cosas;
desaparecen bajo las aguas del fín del mundo,
allí estaré yo, no lo dudes, mujer;
para amarte, más allá de la muerte.
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