Aún recuerdo con nostalgia contenida
los paseos por los parques de mi pueblo
con el amor inolvidable de mi vida
en los años lejanos de mis sueños.
Mas solo quedan los recuerdos de tiempos ya pasados,
es hora de balance de tiempos que se fuerón sin retorno,
sólo quedan los restos de una nave, y un corazón viejo y roto.
Y un marino sin mares y sin amores
abrumado de soledades en desiertos sin arena,
quebradas ya las ilusiones cuando se viene aùn de vuelta
y se trae en el zurrón de los recuerdos viejas desilusiones.
Efímeras alegrias y un nutrido elenco de tristezas.
Y cansado al fín, y abatido, se intuye próxima la meta.
Autor: Antonio Gutiérrez Benítez
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