Es tan grande mi alegria al verte
y tan profundo e incontenible mi cariño,
que siento arrebatos de locura;
y quisiera arrojarme en tus brazos como un niño.
Y beber de tus tentadores labios,
su dulce nèctar infinìto.
Y asì en tus brazos y abrazado,
vivir y morir en mi delirio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario